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lunes, 10 de septiembre de 2012

Los Gigantes de Galdar

22 de Junio de 1976. En los cielos de las Islas Canarias se deja ver un impresionante fenómeno luminoso. La gran mayoría de los testigos hablan de una gran esfera que irradiaba una potente luz. Dicha luminosidad se irá desvaneciendo paulatinamente hasta dejar un rastro en forma de espiral. La prensa de la época se hace eco de este hecho extraordinario. No hay duda. Los vecinos de la localidad de Gáldar han visto alteradas sus rutinas por algo que escapa por completo a su comprensión.
Incluso el diario ABC, en su edición del 26 de Junio de 1976 para la comunidad andaluza, se hace eco de la noticia afirmando que UN “OVNI” ESTUVO POSADO EN TIERRA DURANTE VEINTE MINUTOS.

 
Diciembre de 2009. Casi 35 años después se repiten los hechos acaecidos en España. Esta vez en territorio noruego. En esta ocasión las filmaciones de los testigos son definitivos: una gran espiral de un color azul eléctrico, que daría paso a un gran agujero negro, refulgía en los cielos de Oslo.


 

 
En esta ocasión será la prensa digital la que hará llegar a todos los rincones del planeta semejante espectáculo. 

 
Como hemos podido comprobar en las imágenes, se trata de fenómenos similares. Fenómenos que, estudiados por separado, parecen no tener una fácil explicación. Por ello, intentaremos analizar las diferentes hipótesis que se han dado a lo acontecido a lo largo de este tiempo, tratando de encontrar una relación, algo que hasta ahora no se ha hecho pero que convendría, entre ambos casos, ya que pienso que resulta interesante reinvestigar antiguos casos, siempre y cuando hechos ocurridos en la actualidad nos ayuden a ofrecer una mejor explicación. A poder determinar unas conclusiones más completas y documentadas.
Gran Canaria, martes 22 de Junio de 1976.
En la página 66 del expediente desclasificado por el ejército del aire del denominado Caso Gáldar, se puede leer una declaración del capitán de la corbeta Atrevida: “El día 22 de Junio, se vio por primera vez un foco luminoso, de color amarillo azulado intenso, saliendo de tierra y elevándose en altura
con dirección a nuestra posición (...) El foco se fraccionó, quedando una parte más pequeña abajo, en el centro de círculo luminoso, formándose una nube azulada y desapareciendo la fracción que dio origen a este núcleo azulado. La superior tomó altura en espiral de una forma rápida e irregular, desapareciendo posteriormente.
Esta declaración, coincide con la mayoría de declaraciones reflejadas en el expediente 760622 del Ejército del Aire español (páginas 31 a 75). Esto viene a demostrar que algo, sea lo que fuere, vieron en los cielos los habitantes de la localidad canaria de Gáldar. Muchos fueron los que se lanzaron a investigar este suceso. De este modo, si desgranamos las pesquisas que llevaron a cabo las autoridades del estado y los investigadores ufológicos llegamos a las dos principales hipótesis que se plantearon: avistamiento ovni y pruebas balísticas fallidas.
 
   - Ovni. En un primer momento, y ante la falta de datos y la abundancia de declaraciones de diferentes testigos, solamente se acertó a decir que lo que habían visto era un ovni. Eso no era de extrañar siempre y cuando tomemos un ovni como un objeto volador no identificado. Pero aquello no quedó ahí. Un testigo, el Docor Julio Padrón que circulaba en esos momentos en el interior de un taxi aseguró, que mientras el fenómeno luminoso permanecía estático, pudo divisar dentro de él “tres paneles y dos figuras con sendos uniformes”. A todo esto, hay que sumar la dificultad que tuvo todo un capitán de navegación, recordemos que esta persona está encuadrada dentro de los testigos de primera categoría (página 11 del expediente apartado 2.2.1), en identificar lo que vio aquella noche. Pero hay más. El tiempo que permaneció el no identificado en los cielos totalmente estático fue escandaloso: entre veinte y cuarenta minutos. Un tiempo demasiado largo como para tratarse de algo conocido por el hombre, de algo común. Sin embargo lo extraordinario no terminó ahí. Tras comprobar con los distintos aeropuertos que el no identificado no se correspondía con ningún trafico aéreo, se consultó con el EVA (escuadró de vigilancia aérea) si habían visto algo sospechoso en sus radares. La respuesta fue simple y llanamente que no se habían observado anomalías en ninguno de los equipos del escuadrón, tal y como refleja la página 14 del expediente oficial.



Y es que muchas fueron las preguntas que se hicieron los habitantes de Gáldar en esos momentos. Un globo sonda, un planeta quizá, pruebas militares de algún tipo, algún fenómeno atmosférico. Todo eso parecía no tener sentido.

De todas formas, todo lo antes mencionado quedaría únicamente en simples testimonios y apreciaciones de diferentes personas, sino fuera porque en el expediente oficial aparece un elemento que cuando menos da que pensar. Se trata de una carta manuscrita por el Doctor Julio Padrón en la que afirma que está recibiendo presiones por parte del Ministerio del Aire, como si de los hombres de negro se tratase, para no difundir ni revelar ningún dato sobre el avistamiento: “Siento no poder hablar pues el Ministerio del Aire envió a mi domicilio un juez Instructor quién me manifestó que no puedo manifestar a nadie lo observado bajo sanción militar.
¿Qué intereses podía tener el Ministerio del Aire para impedirle a un testigo relatar lo sucedido? ¿Podría poner con su testimonio, en el que se incluye a visión de dos hombres manipulando unas consolas, en peligro algún tipo de secreto de estado? Nunca lo sabremos; pero lo que sí es seguro es que si no fuera algo desconocido, no se hubiera tenido reparos a la hora de permitir difundir este suceso. Si lo fotografiado por los habitantes de Gáldar hubiera sido un globo sonda, un planeta o un fenómeno atmosférico, ¿qué motivos hay para hacer guardar silencio?


   - Misil Poseidón. En la introducción plasmábamos lo que decía el expediente desclasificado por el Ejército del Aire con respecto al avistamiento del 22 de Junio de 1976. Sin embargo, también en dicho expediente, se puede leer un párrafo que puede permitir explicar este caso desde el punto de vista más racional. “Las investigaciones que se están efectuando sobre el supuesto ovni avistado desde estas islas en la madrugada del pasado día 5 parece demostrar que se trata de un misil disparado desde aguas internacionales (...)

Hay que decir que los principales defensores de esta teoría son Vicente Juan Ballester Olmos y Ricardo Campo Pérez. En ella defienden que lo que vieron los testigos en los cielos Canarios fue un misil Poseidón C3 (ver artículo de la Revista Aeronáutica y Astronáutica de Marzo de 2001) ,lanzado desde el submarino SSBN642, el cual estuvo operativo entre 1968 y 1984 con la tecnología más avanzada de aquellos momentos.

Los autores de este artículo sostienen que toda la parafernalia luminosa que se pudo ver aquella noche de Junio de 1976 es propia de este tipo de proyectiles, concluyendo que la estela que van dejando durante su trayectoria, así como la espiral final que deja de color azulado, se produce debido al giro del cohete sobre su propio eje y a los materiales utilizados en este tipo de armamento.

De hecho, todo esto se ve refrendado con la información obtenida de las tablas de Krebs/McDowell/Cleary, en la que se recogen los lanzamientos de misiles Poseidón en esas fechas. Concretamente para el día 22 de Junio de 1976 se recogen dos lanzamientos. El primero el lanzamiento L098.119 efectuado a las 20:16 horas según el meridiano de Greenwich, y el segundo el lanzamiento L098.120 un minuto después. Teniendo en cuenta que el propio Cleary reconoció que las horas no eran exactas y que todas ellas tenían sesenta minutos de desfase, y sabiendo que el avistamiento se produjo trece minutos después del segundo lanzamiento, parece bastante lógica la teoría que proponen los señores Olmos y Campos, concluyendo que con toda probabilidad lo que sobrevoló el archipiélago canario fue en lanzamiento L098.120.

Pero aun tenían que atar un cabo suelto: ¿quién era el autor de estos lanzamientos? La respuesta fue breve, concisa y muy ambigua ya que en el texto se aduce a que los expedientes están clasificados: los estadounidenses.

A continuación os dejo con un reportaje del programa Cuarto Milenio sobre el caso Gáldar.