Me enseñaron que los genes controlan la vida, que en ellos se inscriben todas nuestras capacidades y características, pero es falso.
¿Del todo?
No somos víctimas de nuestra genética, en realidad es el ADN el que está controlado por el medio externo celular.
¿Qué significa eso?
La célula es
la vida. Hablar de una célula es como hablar de una persona. Nosotros
recibimos la información a través de los cinco sentidos y las células
reciben las señales del entorno a través de los receptores que captan
la información.
El ADN es controlado
por señales que vienen desde fuera de la célula, incluyendo mensajes
energéticos de nuestros propios pensamientos, tanto los positivos como
los negativos.
¿Somos lo que vivimos y pensamos?
Sí, y cambiar
nuestra manera de vivir y de percibir el mundo es cambiar nuestra
biología. Los estudios que empecé hace cuarenta años demuestran que
las células cambian en función del entorno, es lo que llamamos
epigenética. Epi significa por encima de la genética, más allá de ella.
¿Y?
Según el
entorno y como tú respondes al mundo, un gen puede crear 30.000
diferentes variaciones. Menos del 10% del cáncer es heredado, es el
estilo de vida lo que determina la genética.
¿Es el entorno el que nos define?
Aprendemos a
vernos como nos ven, a valorarnos como nos valoran. Lo que escuchamos y
vivimos nos forma. No vemos el mundo como es, vemos el mundo como
somos. Somos víctimas de nuestras creencias, pero podemos cambiarlas.
Pero las creencias están inscritas en lo más profundo de nuestro subconsciente.
Cierto. El
subconsciente es un procesador de información un millón de veces más
rápido que la mente consciente y utiliza entre el 95% y el 99% del
tiempo la información ya almacenada desde nuestra niñez como un
referente.
Por eso cuando decidimos algo conscientemente como, por ejemplo, ganar más dinero, si nuestro subconsciente contiene información de que es muy difícil ganarse la vida, no lo conseguiremos.
Por eso cuando decidimos algo conscientemente como, por ejemplo, ganar más dinero, si nuestro subconsciente contiene información de que es muy difícil ganarse la vida, no lo conseguiremos.
¿Entonces?
Si cambiamos
las percepciones que tenemos en el subconsciente, cambiará nuestra
realidad, y lo he comprobado a través de numerosos experimentos. Al
reprogramar las creencias y percepciones que tenemos de cómo es la
felicidad, la paz, la abundancia, podemos conquistarlas.
Me suena a fórmula feliz...
Así es como
funciona el efecto placebo. Si pienso que una pastilla me puede sanar,
me la tomo y me encuentro mejor. ¿Qué me ha sanado?...
¿La creencia?
Eso parece. Al
igual que los pensamientos positivos y el efecto placebo afectan a
nuestra biología, existe el efecto nocebo: si crees que algo te hará
daño, acabará por hacerte daño. Henry Ford decía que tanto si crees
que puedes como si crees que no puedes, tienen razón. Si eliges vivir
un mundo lleno de amor, tu salud mejorará.
¿Y eso por qué?
La química que
provoca la alegría y el amor hace que nuestras células crezcan, y la
química que provoca el miedo hace que las células mueran.
Los pensamientos positivos son un imperativo biológico para una vida feliz y saludable. Existen dos mecanismos de supervivencia: el crecimiento y la protección, y ambos no pueden operar al mismo tiempo.
Los pensamientos positivos son un imperativo biológico para una vida feliz y saludable. Existen dos mecanismos de supervivencia: el crecimiento y la protección, y ambos no pueden operar al mismo tiempo.
O creces o te proteges.
Los procesos
de crecimiento requieren un intercambio libre de información con el
medio, la protección requiere el cierre completo del sistema. Una
respuesta de protección mantenida inhibe la producción de energía
necesaria para la vida.
¿Qué significa prosperar?
Para prosperar
necesitamos buscar de forma activa la alegría y el amor, y llenar
nuestra vida de estímulos que desencadenen procesos de crecimiento.
Las hormonas del estrés coordinan la función de los órganos corporales e inhiben los procesos de crecimiento, suprimen por completo la actuación del sistema inmunológico.
Las hormonas del estrés coordinan la función de los órganos corporales e inhiben los procesos de crecimiento, suprimen por completo la actuación del sistema inmunológico.
¿La culpa de todo la tienen los padres?
Las
percepciones que formamos durante los primeros seis años, cuando el
cerebro recibe la máxima información en un mínimo tiempo para entender
el entorno, nos afectan el resto de la vida.
Y las creencias inconscientes pasan de padres a hijos.
Así es, los
comportamientos, creencias y actitudes que observamos en nuestros
padres se graban en nuestro cerebro y controlan nuestra biología el
resto de la vida, a menos que aprendamos a volver a programarla.
¿Cómo detectar creencias negativas?
La vida es un
reflejo de la mente subconsciente, lo que nos funciona bien en la vida
son esas cosas que el subconsciente te permite que funcionen, lo que
requiere mucho esfuerzo son esas cosas que tu subconsciente no apoya.
¿Debo doblegar a mi subconsciente?
Es una batalla
perdida, pero nada se soluciona hasta que uno no se esfuerza por
cambiar. Deshágase de los miedos infundados y procure no inculcar
creencias limitadoras en el subconsciente de sus hijos.
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